EVANGELIO
&ldquo;No he venido para llamar a los justos, sino a los pecadores&rdquo;.&nbsp; 
Del Santo Evangelio seg&uacute;n San Marcos (2, 13-17)
En aquel tiempo, Jes&uacute;s sali&oacute; de nuevo a caminar por la orilla del lago; toda la muchedumbre lo segu&iacute;a y &eacute;l les hablaba. Al pasar, vio a Lev&iacute; (Mateo), el hijo de Alfeo, sentado en el banco de los impuestos, y le dijo: &ldquo;S&iacute;gueme&rdquo;. &Eacute;l se levant&oacute; y lo sigui&oacute;. Mientras Jes&uacute;s estaba a la mesa en casa de Lev&iacute;, muchos publicanos y pecadores se sentaron a la mesa junto con Jes&uacute;s y sus disc&iacute;pulos, porque eran muchos los que lo segu&iacute;an. Entonces unos escribas de la secta de los fariseos, vi&eacute;ndolo comer con los pecadores y publicanos, preguntaron a sus disc&iacute;pulos: &ldquo;&iquest;Por qu&eacute; su maestro come y bebe en compa&ntilde;&iacute;a de publicanos y pecadores?&rdquo; Habiendo o&iacute;do esto, Jes&uacute;s les dijo: &ldquo;No son los sanos los que tienen necesidad del m&eacute;dico, sino los enfermos. Yo no he venido para llamar a los justos, sino a los pecadores&rdquo;.
&nbsp;
Palabra del Se&ntilde;or
&nbsp;
&nbsp;
REFLEXI&Oacute;N 
&laquo;No necesitan m&eacute;dico los que est&aacute;n fuertes sino los que est&aacute;n mal&raquo; (v. 12). &iexcl;Jes&uacute;s se presenta como un buen m&eacute;dico! &Eacute;l anuncia el Reino de Dios, y los signos de su venida son evidentes: &Eacute;l cura de las enfermedades, libera del miedo, de la muerte y del demonio. Frente a Jes&uacute;s ning&uacute;n pecador es excluido &mdash;ning&uacute;n pecador es excluido&mdash; porque el poder sanador de Dios no conoce enfermedades que no puedan ser curadas; y esto nos debe dar confianza y abrir nuestro coraz&oacute;n al Se&ntilde;or para que venga y nos sane. Llamando a los pecadores a su mesa, &Eacute;l los cura restableci&eacute;ndolos en aquella vocaci&oacute;n que ellos cre&iacute;an perdida y que los fariseos han olvidado: la de los invitados al banquete de Dios. (&hellip;) Si los fariseos ven en los invitados s&oacute;lo pecadores y rechazan sentarse con ellos, Jes&uacute;s por el contrario les recuerda que tambi&eacute;n ellos son comensales de Dios. De este modo, sentarse en la mesa con Jes&uacute;s significa ser transformados y salvados por &Eacute;l. (&hellip;) Jes&uacute;s no ten&iacute;a miedo de dialogar con los pecadores, los publicanos, las prostitutas... &iexcl;&Eacute;l no ten&iacute;a miedo: amaba a todos! Su Palabra penetra en nosotros y, como un bistur&iacute;, act&uacute;a en profundidad para liberarnos del mal que se anida en nuestra vida. A veces esta Palabra es dolorosa porque incide sobre hipocres&iacute;as, desenmascara las falsas excusas, pone al descubierto las verdades escondidas; pero al mismo tiempo ilumina y purifica, da fuerza y esperanza, es un reconstituyente valioso en nuestro camino de fe.&nbsp; (Audiencia general, 13 de abril de 2016)

“No he venido para llamar a los justos, sino a los pecadores”.  

Santo Evangelio sábado 18 de enero de 2025 

Página Oficial • Parroquia Santa María de Guadalupe  •  Vallarta Universidad, Zapopan, Jalisco. MX 
•  Entra para conocer más sobre nuestra parroquia, horarios de misas, confesiones, notaría y más.